La tempestad

“Adaptar una obra literaria o teatral a un vocabulario de movimiento es siempre una gran aventura. Shakespeare, con su enorme capacidad para crear situaciones y personajes diversos, es muy complejo de adaptar, pero a la vez es tal la riqueza de elementos que se prodigan en sus textos, que hacen que uno pueda fluir con su propia libertad, y estar así muy cerca de su poética.

La tempestad, obra de acertijos y de mundos espirituales diversos, en mi versión está contada como una obra épica, con personajes mágicos y misteriosos, para los cuales he creado un vocabulario histriónico a través del movimiento. Estos personajes surgen de la mirada del personaje principal, Próspero, que busca venganza, pero en cambio encuentra y descubre el perdón hacia sus enemigos y hacia sí mismo.”

Mauricio Wainrot
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