Antígona

Durante la ocupación alemana de Francia en la II Guerra Mundial, Anouilh escribe Antígona (1942), una adaptación del mito griego de la hija de Edipo. En la obra Creón condena al cadáver de Polinice a yacer insepulto. Antígona desoye a su rey y entierra a su hermano. Asi Creón no tiene más remedio que condenarla a muerte y Hemón, su hijo y prometido de Antígona, se suicida. No es el único que elige este camino: la reina también lo hace y así Creón se queda solo.

Los personajes se encuentran inmersos en el conflicto entre la ley propia -el deseo- y la ley pública -el imperativo social- que entra en tensión a partir de la presencia del anhelo de recobrar la libertad, de construir una felicidad propia a partir de las propias decisiones.

Cuenta  con el auspicio de abuelas de plaza de mayo y con el subsidio de Proteatro y del Instituto Nacional del Teatro.
2 Histórico de funciones