Yerma

Malena Solda compone a esta mujer joven, fuerte, honrada, casada hace tres años con Juan y obsesionada por el deseo de tener un hijo. Es la protagonista de esta "tragedia de la mujer estéril", que la historia ubica dentro del período de madurez de Federico García Lorca, estrenada por la Compañía de Margarita Xirgu en el Teatro Español de Madrid, en 1934.

Un prestigio en el rubro musical, que por cierto no es secundario en una obra de García Lorca, quien desde muy temprana edad manifestó su vocación por la música y aunque luego se volcó a la poesía y la escritura, música y pluma irán siempre ligadas profundamente en toda su producción. "Él mismo escribió las melodías para sus obras. Las de Yerma, aparecen todas en esta versión, -cuenta Suárez Marzal- pero había que armonizarlas y crear otras que el autor dejó inconclusas. Tuve la fortuna de que ese trabajo de composición, al tiempo que de ejecución en vivo, cayera en manos de un joven guitarrista flamenco de fuste, Sebastián Espósito. Superó a mis sueños".

Yerma tiene coreografía y diseño de movimiento de Omar Saravia, la música original -como ya expresó el director- es de Federico García Lorca y Sebastián Espósito, la iluminación de Nicolás Trovato, el vestuario de Mini Zuccheri y la escenografía de Marcelo Valiente. La producción del TNC es de Melina Ons y la asistencia de dirección de Marcelo Mendez.

Junto a Bodas de sangre y La casa de Bernarda Alba, Yerma conforma la trilogía de tragedias rurales que García Lorca escribió entre 1933 y 1936, año de su fusilamiento en Granada. Yerma es una verdadera tragedia al modo clásico, coro de lavanderas incluido. En esta obra, como en casi toda su producción, la mujer es protagonista excluyente (."las mujeres son más pasionales, racionalizan menos, son más humanas." dijo el poeta alguna vez). Sensible a la opresión y marginación de las mujeres de su época, supo componer personajes femeninos memorables que resisten la lectura actual y se resignifican en el tiempo.