Entrevista: Ernesto Ardito. 1º Parte: Mirar, recuperar, debatir

Todo país tiene su propia relación conflictiva con la memoria. Los relatos centrales van configurando prácticas, modos de pensar y hasta de imaginar hacia delante y hacia atrás.

Al leer la historia que se suele escribir, muchas veces da la sensación de que es algo lineal, sin idas y vueltas, sin contradicciones, donde los héroes jamás de los jamases dudan de su destino grande, de su necesidad de entregarse a una causa. Los personajes incluidos en el relato parecen ser los justos, los necesarios, y que no existen ni hacen falta otros. Esa historia, muchas de las veces, oculta a los olvidados (presentes y pasados). Pero también puede escribirse la historia dejando en claro el recorte, abriendo la posibilidad a la discusión, dejando entrever que es necesario siempre seguir hurgando un poco más.

Ernesto Ardito es una mitad del monstruo documetalista de dos cabezas que conforman con Virna Molina y que se pasó varios años investigando para recuperar la figura de Raymundo Gleyzer (documentalista desaparecido durante la última dictadura militar) en Raymundo (2003) y luego otro tanto para estrenar Corazón de fábrica (2008), sobre la lucha de los trabajadores de la fábrica de cerámicos Zanón, ahora Fasinpat (Fabrica Sin Patrones). Actualmente, ambos se encuentran trabajando en dos films, uno sobre Mariano Moreno y el otro es un ensayo documental sobre la historia del fascismo en la Argentina.

Periodista, Cámara y Edición: Diego Braude
Música: Duet Musette, del álbum Celtic and Folk (Kevin MacLeod, 2007)

Filmado con Canon Vixia s10

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