Horacio Godoy

“El tango forma parte de la columna vertebral de mi vida”. Así define su actitud ante el tango, el bailarín Horacio Godoy.

El compara los estilos del tango con los del futbol. Se considera un resumen de los milongueros de Villa Urquiza, cadenciosos, sutiles, de tiempos pausados, melódicos, no vertiginosos. Los de Urquiza “podrían asimilarse con un Riquelme”, comenta. La contrapartida fue el tango del Centro, mas rítmico y acelerado, “un número 5 del futból”.El represente típico del Centro fue Juan D’Arienzo. De ambos estilos –entre fines del 40 y principios del 50- Horacio Godoy fundó sus técnicas, que se completan con el tango del siglo XXI.

El estilo personal de Horacio – el famoso Pebete Godoy- ha trascendido las fronteras argentinas y ha cautivado a públicos del mundo entero.

Para Horacio el tango cumple un rol social: contribuye a la inserción entre sus participantes y establece una relación directa entre persona y persona. “La gente se toca”, enfatiza Godoy, y agrega “con el tango hay menos facebook y más cuerpo a cuerpo. Cumple la función del viejo club de barrio”.

Horacio estudió con el Chino Perico, Graciela González, Miguel Angel Zotto, Carlos Moyano. Para bailar dice ser “hincha” de D’Arienzo, pero reconoce como mejor orquesta a Aníbal Troilo, porque el “entendió todos los estilos”.

Horacio Godoy formó parte de los elencos del musical Tanguera, Forever Tango y del espectáculo Tango Argentino realizado en la Av. 9 de Julio de Buenos Aires.

Horacio es invitado desde hace varios años a participar de los más importantes festivales de tango del mundo. Roma, Estambul, Bruselas, Hong Kong, Dubai, Paris, Chicago, Edimburgo, Kiev, entre otros. En esos lugares participa como maestro de clases magistrales, además de bailarín.

El Pebete Godoy es gestor y organizador de la ya mítica milonga La Viruta. También es productor discográfico. Entre los discos que editó figuran Milonguero de Esteban Morgado y Desvelo de la orquesta Ojos de Tango.

En CHANTECLER TANGO interpreta el personaje de Ángel, a quien le decían el Príncipe Cubano por ser de origen africano. Según se cuenta fue él quien apodó a D’Arienzo como El Rey del Compás.