-A-Batatarnos

Desde el recóndito escondite que sabe ser este cotidiano acartonado, nos despertamos suculentos para encontrar a nuestre Batato, nuestra propia locura sin comer vidrio. Salimos a exponer lo liminal de la actuación en la propia vida, disfrutando de un acontecimiento existencial creando una zona de experiencias de subjetivación de una teatralidad de lo convivio, entramando numeritos de la inefabilidad y chorreando más allá del lenguaje y de las expectativas. Prestidigitadores de la miseria que recogen su propia utilería en tachos de basura y collagean sus volantes entre figuritas, recortes y poemas, se dejan transformar por una encrucijada de creatividades expuestas, arremolinadas como rodetes rodantes interminables.