Como en casa

El anhelo de lo lejano. Porque acá no hay nada. La ilusión neocolonial de una vida redonda y esférica, como el planeta sin agua ni sangre. El otro y sus sorpresas. La frontera barrida por un polvito violeta. Luego, el baile, el canto, la fiesta. Todo se torna vivo, y el vino adquiere su color más festivo. Joder