La vida feliz

Una boda de mediodía en un campo. Un día hermoso y soleado. Una pareja enamorada. Hasta el último detalle se encuentra en el lugar correcto. Están llegando los invitados y ya nada debería salir mal. Salvo que el amor no corre por caminos rectos, parejos e inalterables. Los deseos, las expectativas, los miedos tiran hacia distintos lados, tensan hasta más no poder y el amor es un hilo demasiado delgado.


En palabra del autor

El proceso de escritura se activó como un intento de análisis de la toxicidad en las relaciones (o un exorcismo o un ritual preventivo.). La idea del síndrome de Estocolmo rodea a este vínculo como una cuerda más resistente que la del amor. Me propuse investigar acerca de la idea de "La construcción del amor" y la peligrosidad que genera cuando se lleva a cabo a toda costa, cuando no hay límites para esa construcción y se antepone a cualquier regla, a cualquier lógica. El deseo se convierte en capricho, el diálogo falla en su sinceridad, la extorción emocional es el método preferido para resolver los conflictos, y cualquier posibilidad es mejor a enfrentar el pánico que provoca la tragedia del fracaso de una relación.

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