Pedro y el Capitán

Esta obra maestra de Mario Benedetti narra a través del tenso diálogo entre una víctima y su verdugo el juego psicológico que un torturado puede lograr con su torturador y viceversa.

Pedro y el Capitán juegan constantemente sin saberlo, al cambio de roles y así se van mostrando: por momentos uno es el fuerte, en otros es el débil; a veces uno es un opresor, otras es un oprimido.

Pedro, preso político por lealtad a su causa, padece las más aberrantes torturas que existieron y existen en los diferentes regímenes políticos. En Argentina, nos remonta a los peores años de dictadura que vivió el país. Mientras tanto, el Capitán sufre reiteradas veces el cruel sentimiento de odiar lo que hace y tratar de justificarlo autoconvenciéndose de su bondad inexistente. Así, Pedro vive esos días entre la locura y el deseo de muerte.

La adaptación del director Eduardo Ceballos se centra en un espacio construido con "su todo" a la vista: camarines, espejos, maquillaje, todo está al alcance del espectador que vive y sufre con los personajes al ingresar a la sala de interrogatorios donde suceden los diálogos más escalofriantes.

La esencia de esta historia contada en sesenta minutos es ver cómo dos personajes enemigos terminan por contarse hasta las miserias más grandes de su vida. El amor, los hijos, la familia, la libertad, son algunos de los temas que Pedro y el Capitán profundizan en una relación de amor-odio constante.