Rehiza

REHIZA cuenta la vida de un hombre cautivo del tiempo de la gran ciudad, donde el otro no importa, donde la gente se mueve por inercia, donde los sentimientos han perdido valor. Este hombre angustiado busca encontrar algo, pero no sabe qué, siente que algo le falta... Esta forzada y angustiante monotonía de vida se ve sacudida por un cruce casual con una mujer que despierta sus sentimientos más profundos. Es entonces que empieza a soñar con un mundo salvaje y atemporal, hasta ese momento desconocido, donde, al contrario de lo que ocurre en la ciudad, reinan los impulsos y los sentimientos. En esta nueva realidad logra conocer el amor. Sin embargo el tiempo aparece y lo lleva nuevamente a su vida monótona. Pero ahora hay algo distinto en él, algo que le da fuerzas para vencer a la realidad que el tiempo le quiere imponer. En su sueño logra volver a ese mundo libre y reencontrarse con su amor, pero el tiempo sigue latente, y ofreciendo batalla. En esta épica lucha, logran finalmente vencerlo, o al menos, eso parece.

Palabras del director:
REHIZA se trata de la mediocridad, el miedo a salir de la rutina, la oportunidad de poder hacerlo y lo que finalmente todo el mundo hace... Que es quedarse en ella. Se podría decir que esta obra es precisamente un cachetazo de realidad para todos (incluyéndome en algunos pasajes de mi vida), te muestra tu mediocridad y a la vez te muestra que no haces nada para cambiarla.
La historia de REHIZA te lleva a preguntarte si realmente estas aprovechando tu vida. Si tus propósitos son claros, si sos feliz. Todo lo que pasa en la obra nos lleva a preguntarnos: ¿Qué pasaría si...? Te atrapa de principio a fin. Ya que todo lo que vemos arriba del escenario es parte constante de nuestra vida. El vértigo de la ciudad, el miedo a lo desconocido, la lucha por lo que queremos, los golpes de la vida. Es una obra donde el tiempo nos limita así como en la vida. Somos esclavos de los minutos.

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